Y es precisamente en este estadio donde ambos finalistas (F.C Barcelona y Sevilla C.F.) desean que se celebre el partido. Sin emargo, ante la negativa tanto de la afición madridista, como del propio club, basados en la final de 1997 (donde la afición barcelonista provocó múltiples destrozos en el Santiago Bernabéu), la pitada al himno de España (que se repite año tras año por parte de los culés), y la histórica rivalidad entre unos y otros, hará que el partido tenga que desputarse en otro estadio. Todo apunta a que finalmente, el título se decidirá en Mestalla o en el Vicente Calderón.







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